Si el esplendor se puede representar en una obra de arte esta es la apropiada, una mujer abriendo sus brazos que se evaporan en su cabello lleno de flores dentro de un mandala de luna por Agata Amgros

Nuestros cuerpos, templos de vida, reflejan la conexión eterna entre el mundo terrenal y divino. En cada gesto y suspiro celebramos nuestra herencia, recordando siempre que somos parte de la maravillosa naturaleza que nos rodea.

Acrílico sobre tabla.

120x120cm

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